"La Voz en el Vacío" Cap. 5 [Las Aventuras del Conquistador] - Infinity Kingdom

Las Aventuras del Conquistador

🌸 Muy buenas tardes, ¡Bienvenidos a otro capítulo de esta gran historia!

Les habla Persephone y hoy estoy con ustedes para compartir el quinto capítulo de las Aventuras del Conquistador, que se concentra en Alejandro Magno y cómo irá creciendo hasta convertirse en un personaje legendario.

Resumen del Capítulo anterior: “Zuna y la Aldea”

Alejandro y Carlomagno, acompañados por su fiel compañera Deméter, continúan su búsqueda del legendario león guardián en una isla desconocida. Después de liberar a Zuna, una joven capturada por goblins en el bosque, son guiados por ella hasta su pintoresca aldea. Allí conocen a Eamon, un anciano sabio que les revela la ubicación de la cueva donde se dice que reside el león, así como las pruebas que deben superar para alcanzarlo.

Con el apoyo de los aldeanos y el amuleto de buena suerte de Zuna, los hermanos se dirigen hacia la Montaña de los Susurros, decididos a enfrentar los desafíos que les aguardan. Al llegar a la entrada de la cueva, entran con determinación, conscientes de que dentro les esperan pruebas que pondrán a prueba su valentía y nobleza, pero también la oportunidad de descubrir al legendario león guardián.

“La Voz en el Vacío”

Dentro de la cueva oscura y misteriosa de la Montaña de los Susurros, Alejandro y Carlomagno avanzaban con cautela. El aire era denso y cargado, y a medida que se adentraban más, una sensación de pesadez se apoderaba de ellos. El ambiente parecía absorber la luz, haciendo que cada paso fuera más incierto que el anterior.

"¿Qué está pasando, Alejandro?" murmuró Carlomagno, notando cómo sus pensamientos se volvían más sombríos con cada paso. "Siento como si algo estuviera tratando de desviarnos de nuestro propósito."

Alejandro asintió sombríamente, sintiendo una opresión en el pecho. "Es como si la cueva estuviera jugando con nuestras mentes... siento una especie de malestar, como si mis propios pensamientos no fueran los míos."

Se detuvieron unos momentos, tratando de recuperar el control sobre sus pensamientos y emociones. La oscuridad parecía ejercer una influencia extraña sobre ellos, alimentando dudas y temores que no les pertenecían.

De repente, una voz suave resonó en sus mentes, cortando a través de la neblina de pensamientos oscuros. "Hermanos valientes, no permitan que la oscuridad los consuma. La verdadera prueba es mantener la luz de sus corazones en medio de las sombras."

Ambos hermanos se miraron sorprendidos, buscando la fuente de la voz. No había nadie a la vista, solo la penumbra de la cueva que los rodeaba.

"¿Quién está ahí?" preguntó Carlomagno, su voz resonando en el vacío.

La voz respondió con calma: "Soy el espíritu guardián de esta cueva. Mi deber es guiar a aquellos que buscan la verdad y la pureza de corazón."

Con renovada esperanza, Alejandro y Carlomagno siguieron la voz, avanzando con determinación a través de pasajes estrechos y cavernas sombrías. Cada vez que sentían que sus fuerzas flaqueaban, la voz los alentaba, recordándoles la importancia de mantener la fe en su misión y en sí mismos.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad de lucha contra las sombras internas, vieron un ser transparente.

El espíritu indicó a los hermanos que entraran en una cámara iluminada por una luz suave y dorada. En el centro, descansaba un majestuoso león dorado, cuyos ojos brillaban con sabiduría antigua y serenidad.

"¡El león guardián!" susurró Alejandro, maravillado por la presencia noble del animal.

Éste los observó con una mezcla de curiosidad y benevolencia, como si supiera todo sobre sus viajes y desafíos.

El león, con sus ojos dorados fijos en ellos, habló con una voz profunda y resonante: "Bienvenidos, valientes buscadores. Han superado las primeras pruebas para llegar hasta mí, pero el verdadero desafío aún está por delante."

Los hermanos intercambiaron miradas preocupadas, sintiendo la tensión creciente en el aire.

"Para demostrar su valía y recibir mi unión como compañero, Alejandro debe enfrentarse a una prueba de fuerza y coraje. Solo él podrá recibir mi bendición y salir victorioso," declaró el león, su tono serio y desafiante.

Carlomagno miró a su hermano con determinación y luego al león con incredulidad. "Pero nosotros... Somos un equipo. No puedo dejar a Alejandro enfrentar esto solo."

El león guardián observó a Carlomagno con calma, como si comprendiera la profundidad de su vínculo con Deméter.

"La verdadera prueba no es la lucha física, sino la fortaleza de su vínculo fraternal y el compromiso de cada uno con su destino," continuó el león. "Han demostrado su valentía al llegar hasta aquí juntos. Esa es la cualidad que busco en quienes desean recibir mi unión."

Alejandro y Carlomagno intercambiaron miradas, reconociendo la gravedad de la situación. Sabían que debían confiar en la sabiduría del león guardián.

"Lo entiendo," dijo Alejandro finalmente, con voz firme pero respetuosa. "Acepto la prueba que me propones."

Carlomagno miró a su hermano con orgullo y preocupación. "Estaré contigo en espíritu, Alejandro."

El león guardián asintió solemnemente y Alejandro se acercó a él, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo en su pecho. El león cerró los ojos y emitió una luz cálida que envolvió a Alejandro por completo.

"Siente la fuerza de la montaña, la sabiduría de los ancestros y la valentía que llevas dentro," susurró el león guardián.

Alejandro cerró los ojos y se concentró en sus pensamientos y sentimientos más profundos. Se sintió lleno de una energía poderosa y un sentido renovado de propósito.

Cuando la luz se desvaneció, Alejandro se encontró de pie frente al león guardián, con una sensación de paz y determinación.

"Recibes mi unión como compañero, Alejandro," dijo el león guardián con voz suave pero resonante. 

Alejandro asintió con gratitud y se volvió hacia Carlomagno, quién lo esperaba con expresión de apoyo y aliento.

En ese momento, el león guardián les habló una vez más: "Alejandro, desde hoy seré tu fiel compañero. Te acompañaré en tu camino hacia la grandeza y la sabiduría. Juntos, enfrentaremos los desafíos que el destino nos depare, hasta el final de tus días como gran comandante."

Alejandro y Carlomagno se miraron sorprendidos y agradecidos. Sabían que tenían a un aliado poderoso y sabio que los acompañaría en todas sus aventuras futuras. Con la promesa del león guardián resonando en sus corazones, continuaron su camino hacia la salida de la cueva, sintiendo un vínculo aún más fuerte entre ellos y listos para enfrentar los desafíos que les deparaba el futuro.

Con Deméter, los hermanos y el gran león, los cuatro emprendieron el camino de regreso hacia la aldea, decididos a compartir la historia de su encuentro con el legendario protector de la isla.

¡Hasta aquí llegamos con este nuevo capítulo!

Espero que les haya gustado.

Muchas gracias,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo de mi historia.

🌸Persephone, Oficial de Prensa [S170 - SF]

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