GTarcade App

More benefits, more surprises

Get

Details page

"El Corazón del Hielo" [Capítulo 70] La Última Sanadora - Infinity Kingdom

Press Officer
Article Publish : 10/26/2025 00:19
Translate
Edited by ❀persephone at 10/26/2025 00:19


🌸 Muy buenas tardes, ¡bienvenidos a un nuevo capítulo de mi historia, "La Última Sanadora"!

Soy Persephone, y hoy tengo el placer de presentarles el capítulo setenta que se enfoca en Teodora, sus aventuras y su evolución para convertirse en la más destacada curandera de los últimos tiempos. 

¡Acompáñenme en este emocionante capítulo!


🌸 Resumen del anterior capítulo: El Eco del Norte

El grupo de Teodora, Atenea, Manco y Khubilai continúa su viaje hacia el norte siguiendo una estela de luz nacida del río que se elevó al cielo. El Guardián les había advertido sobre una “verdad dormida bajo el mundo”, y el silencio entre ellos reflejaba el peso de esas palabras. Teodora siente que algo dentro de ella ha cambiado: la energía del Guardián sigue viva en su interior, conectándola con una consciencia que parece despertarse. Lucasta, su dragona, confirma que esa presencia no es solo poder, sino una entidad que los está llamando.

Tras varios días, el grupo llega al Reino del Hielo Silente, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. En el corazón de un valle de hielo negro encuentran una grieta que irradia luz y calor, como si estuviera viva. Al tocarla, emergen figuras hechas de aire y luz: antiguos susurros del mundo que los dioses olvidaron, sellados desde el inicio de los tiempos. Estas voces reconocen a Teodora como la sanadora que, sin saberlo, despertó su eco al liberar el cauce del río.

El hielo comienza a quebrarse y el aire se vuelve tenso, pero Teodora percibe que no se trata de enemigos, sino de fragmentos de memoria que buscan descanso. Con su báculo, canaliza la luz interior y calma la grieta, devolviendo la paz al valle. Antes de desaparecer, las voces dejan una advertencia: algo mucho más grande se agita bajo el mundo, una fuerza capaz de volver a dividirlo si no es contenida. Comprendiendo la magnitud del peligro, el grupo retoma su camino bajo el silencio del norte, sabiendo que lo que han despertado ya no podrá volver a dormir.


🌸 Capítulo 70: “El Corazón del Hielo”

El amanecer en el Reino del Hielo Silente no llegaba como en los demás lugares. El sol no ascendía ni se ocultaba, solo palpitaba detrás de un velo translúcido, proyectando destellos que se movían con la respiración del viento. El grupo avanzaba entre llanuras cristalinas que reflejaban sus pasos como si el mundo estuviese duplicado bajo sus pies.

Lucasta volaba bajo, con las alas plegadas parcialmente para no romper el silencio. De cuando en cuando emitía un rugido leve, un sonido casi contenido, como si temiera despertar algo que los observaba desde abajo. Teodora lo sentía también. Había una vibración, un pulso que se extendía por el hielo y resonaba en su pecho, respondiendo al eco que todavía habitaba dentro de ella desde el encuentro con las voces antiguas.

Esto no es un reino muerto —murmuró Atenea, examinando el horizonte—. Es un cuerpo dormido.

Manco frunció el ceño. —Y nosotros estamos caminando sobre su piel.

Teodora se detuvo. El hielo bajo sus pies tembló ligeramente, como si respondiera al sonido de sus palabras. No era una ilusión: la superficie respiraba. Bajo ella, corrientes de luz azul se desplazaban como venas.

Khubilai observó en silencio. —Si esto es una criatura… entonces está viva.

No una criatura —respondió Teodora con voz suave—. Es el corazón del mundo.

El grupo la miró, desconcertado. Ella misma no sabía de dónde provenían esas palabras. Habían brotado de su interior, susurradas por una voz que no era enteramente suya.

De pronto, un sonido hueco quebró el silencio: un golpe profundo, seguido de un estallido de luz. A lo lejos, una parte del suelo se hundió, formando una grieta que se extendió en espiral. Del centro emergió una neblina brillante que giraba como un torbellino. Dentro de ella, algo se movía.

Lucasta rugió, alzando el vuelo de inmediato. Manco y Khubilai desenvainaron sus armas, pero Atenea alzó una mano.

Esperen. Hay vida dentro de eso.

Teodora avanzó sin dudar. El aire se volvió pesado a su alrededor, cargado de una energía antigua que hacía vibrar su báculo. Al acercarse, distinguió la figura de un ser atrapado en el hielo: parecía humano, pero su cuerpo estaba cubierto de escamas traslúcidas, y de su espalda brotaban filamentos de luz.

Está vivo —susurró.

O era algo vivo —corrigió Manco, observando cómo los filamentos se movían levemente, como respirando bajo la capa congelada.

Teodora colocó las manos sobre el hielo. Sintió una corriente de energía recorrerla de golpe. Su cuerpo tembló.

No… no puedo apartarme —dijo, con los ojos cerrados—. Está herido. Sufre desde hace siglos.

Lucasta aterrizó detrás de ella y la envolvió parcialmente con sus alas, transmitiendo calor. Atenea se acercó, observando cómo el hielo se derretía lentamente alrededor del ser.

Teodora, no sabemos qué es.

No importa —respondió ella, con la voz temblorosa pero firme—. Todo ser que sufre merece sanación.

El báculo comenzó a brillar. La luz brotó desde el centro, recorriendo el hielo en espirales. Un símbolo antiguo apareció bajo sus pies, formado por líneas doradas que giraban lentamente. La energía del Guardián —aquella que había despertado dentro de ella— respondió.

El hielo se quebró. Un grito silencioso llenó el aire. El ser emergió parcialmente, liberando una corriente de vapor que olía a tierra húmeda y mar lejano. Tenía el rostro pálido, los ojos cerrados y una expresión de dolor. Teodora extendió ambas manos, concentrando su energía sanadora.

Luz que no olvida… sana lo que fue fragmentado.

El aire vibró. La herida en el pecho del ser comenzó a cerrarse, pero con cada pulsación, parte de la energía de Teodora se desvanecía. Su respiración se volvió irregular, sus rodillas temblaron. Aun así, continuó. Atenea intentó detenerla, pero Lucasta gruñó suavemente.

Déjala —dijo Manco, con la voz grave—. Está encontrando su propio límite.

Finalmente, el cuerpo del ser se relajó. Sus ojos, de un tono azul profundo, se abrieron lentamente. Cuando habló, su voz sonó como el eco de un río subterráneo.

—¿Por qué… me despiertas?

Teodora apenas podía mantenerse en pie. —Porque… la herida del mundo sangra. Y tú… eras parte de ella.

El ser la observó con una mezcla de curiosidad y tristeza.

Fui uno de los Guardianes del Equilibrio. Custodiaba el paso entre el hielo y el fuego. Pero el sellado del eco me aprisionó… y el mundo olvidó mi nombre.

Entonces no eres enemigo —dijo Atenea.

No. Pero tampoco soy aliado de quienes quebraron los pactos.

Lucasta alzó la cabeza. —¿Qué pactos?

El ser miró hacia el horizonte, donde el hielo se teñía de rojo bajo la falsa luz del amanecer.

Los dioses hicieron un acuerdo con lo que dormía bajo el mundo. Juraron no volver a tocar su corazón. Pero alguien lo ha despertado. La sanadora abrió un cauce… y el pulso ha regresado.

Teodora sintió un escalofrío.

¿Yo lo hice?

No por voluntad —respondió él—. Fuiste elegida por la herida misma. Tu don de sanación no solo cura a los vivos, también puede restaurar lo que yace en la memoria del mundo. Pero cada vez que lo uses, aquello que duerme recordará un poco más.

Khubilai dio un paso adelante. —¿Y si no queremos que despierte?

El ser lo miró con seriedad. —Entonces deberéis aprender a cerrar lo que ya fue abierto. No con espadas… sino con comprensión.

La tierra tembló de nuevo. Bajo ellos, el hielo comenzó a resquebrajarse en círculos. Desde las grietas, surgieron sombras líquidas, moviéndose como raíces.

Ya viene —dijo el Guardián del Hielo—. Lo que duerme bajo mí ha oído tu sanación.

Atenea levantó su escudo, Manco giró su espada, y Lucasta rugió con furia. Pero Teodora dio un paso adelante.

No voy a huir. Si mi poder trajo su atención, entonces usaré ese mismo poder para contenerlo.

Cerró los ojos, apoyó el báculo en el suelo y dejó que la energía fluyera. La luz blanca se expandió desde ella, formando un círculo de curación tan amplio que el hielo entero comenzó a brillar. Las sombras se detuvieron, atrapadas dentro de la luz.

Por un instante, todo se detuvo.

El Guardián la observó con asombro.

Tu sanación… no solo restaura, también ordena. Has tocado la esencia del equilibrio.

Teodora abrió los ojos. La luz que antes emanaba de su báculo ahora permanecía en sus manos, viva. Sentía que una nueva comprensión había florecido en su interior: la sanación no era solo remendar heridas, sino restaurar el flujo natural de la vida misma.

El temblor cesó. Las grietas se cerraron lentamente.

El Guardián inclinó la cabeza ante ella.

El mundo está herido. Y tú, sanadora, has sido llamada para curarlo. No con poder, sino con verdad.

Dicho esto, se desvaneció en una nube de cristales que el viento dispersó. Solo quedó un fragmento de su escama, que brillaba con una luz azul tenue. Teodora la tomó con cuidado.

Esto… me guiará —susurró. Lucasta la observó con orgullo.

Manco miró hacia el norte.

Entonces, nuestro nuevo camino está claro. Debemos seguir donde el hielo respira. Allí encontraremos la raíz del dolor del mundo.

Atenea asintió, guardando su escudo.

Y si lo que yace bajo la tierra intenta dividir el mundo otra vez, estaremos allí para mantenerlo unido.

El grupo reanudó la marcha, atravesando las llanuras del norte. La luz del hielo los acompañaba como un reflejo de esperanza. Teodora caminaba al frente, sosteniendo la escama azul, sintiendo cómo su poder crecía con cada paso, no como una carga, sino como un llamado.

Porque había comprendido algo nuevo:

sanar el mundo no era curar sus heridas visibles,

sino escuchar los latidos ocultos que pedían ser recordados.

Y en la distancia, bajo el hielo que respiraba,

un nuevo corazón comenzaba a despertar.





¡Hasta aquí llegamos con éste capítulo de esta Historia de Aventuras!

Espero que les haya entretenido y esperen con ansias el próximo capítulo la semana que viene.


Muchas gracias por su tiempo y apoyo,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.

🌸Persephone



Plataforma de comunicación

Unirse al Discord de Infinity Kingdom para resolver problemas y dudas. Busca el canal en español, y si no lo encuentras, pregunta en el chat general. Puedes buscarme como 🌸Persephone, y tengo el rol de Press Officer (Oficial de Prensa), así que siéntete libre de enviarme un mensaje privado.


Links para descargar el juego

Game Download Link  

Game Download Link Korea

Game Download Link Tw/Hk

- Infinity Kingdom / 無盡城戰

Translate