[La Última Sanadora] Capítulo 2: "El Guardián del Sol" - Infinity Kingdom

Introducción a La Última Sanadora

🌸 Muy buenas tardes, ¡Bienvenidos a mi segunda historia!

Les habla Persephone y hoy estoy con ustedes para compartir el segundo capítulo de la Última Sanadora, que se concentra en Teodora y cómo irá creciendo hasta convertirse en la mejor curandera de los últimos años.

Resumen del anterior capítulo

En el antiguo reino de Ruslan, Teodora, la última sanadora con un don extraordinario, vivía bajo la estricta protección de la realeza en una torre del castillo. A pesar de su habilidad para sanar, su vida era más una prisión que un privilegio, deseando libertad y aventura fuera de los muros del castillo. Desafiando el destino que la ataba, Teodora escapó una noche de celebración real para buscar su propio camino, llevando consigo solo su camisón y sus libros de sanación.

Capítulo 2 - “El Guardián del Sol”

En lo profundo del bosque antiguo, Teodora, una joven sanadora con ojos brillantes y cabello oscuro como la noche, comenzó su aventura lejos de las murallas del castillo real que la habían mantenido prisionera de sus habilidades curativas.

Mientras exploraba en busca de hierbas medicinales, Teodora se encontró con un hombre encapuchado de aspecto sombrío. Con una sonrisa engañosa y una voz suave, el encapuchado le habló de una leyenda intrigante que había escuchado de los ancianos del pueblo. Contó sobre una gran criatura con cabellos dorados que habitaba en lo más alto de la montaña cercana. Esta criatura, conocida como el Guardián del Sol, poseía poderes sorprendentes que sólo aquellos con corazón puro y valiente podían entablar comunicación con ella.

Intrigada por la historia y ansiosa por descubrir más sobre el mundo fuera de su encierro, Teodora decidió seguir al encapuchado en su viaje hacia la montaña. A medida que caminaban juntos, el encapuchado compartía su conocimiento del bosque, señalando qué frutas eran seguras para comer y cuáles debían evitarse por ser venenosas. Teodora, a cambio, le enseñaba técnicas de curación con las plantas que encontraba en su camino, compartiendo su don con generosidad y sabiduría.

Durante días, atravesaron espesos bosques y cruzaron ríos cristalinos, enfrentando desafíos naturales que fortalecieron su espíritu y su vínculo, o al menos era lo que ella sentía. A medida que ascendían por la montaña, el encapuchado guiaba a Teodora con habilidad, asegurándose de que cada paso fuera seguro y cada decisión, sabia.

Finalmente, alcanzaron la cima de la montaña donde el sol se ocultaba tras las nubes doradas, iluminando un claro en el que reposaba la majestuosa criatura dorada: era un dragón tan hermoso cómo el sol. Sus cabellos brillaban como hilos de oro bajo la luz del atardecer, y su presencia emanaba una calidez reconfortante.

Teodora se acercó con reverencia, sintiendo la intensidad del poder y la serenidad en los ojos de la criatura. Con un corazón puro y valiente, se encontró con la mirada del Guardián del Sol, sintiendo una conexión profunda que trascendía las palabras. En ese momento, Teodora comprendió que su don no era solo para sanar cuerpos, sino también almas.

El encapuchado traicionó la confianza de Teodora y atacó al Guardián del Sol mientras estaba distraído con la muchacha, para robar el huevo dorado que éste protegía. Teodora tardó en reaccionar, sintiéndose culpable al instante por confíar en aquel misterioso encapuchado.

Con lágrimas en los ojos por la traición presenciada y el dolor del Guardián, dejó caer gotas de sus lágrimas sobre las heridas de la criatura dorada. El poder sanador de Teodora emanó de su corazón puro, envolviendo al Guardián en una luz brillante que cerró sus heridas y restauró su fuerza en su totalidad.

Lamentablemente, el encapuchado había desaparecido con el huevo. 

Con el Guardián del Sol ahora curado y renovado, Teodora y la criatura dorada compartieron una mirada de gratitud y determinación. Juntos, decidieron embarcarse en una misión para recuperar el huevo dorado que había sido arrebatado por el malicioso encapuchado.

Con la luz del atardecer como testigo, comenzaron su nueva aventura, donde aprenderían que incluso en los rincones más lejanos del mundo, el poder de la amistad y la sanación, podían superar la oscuridad y la traición.

¡Hasta aquí llegamos con el segundo capítulo de esta Historia de Aventuras!

Espero que les haya gustado, este fue el segundo capítulo de esta historia. Cada semana va a venir un nuevo capítulo de la historia de la última sanadora.

Muchas gracias,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.

🌸Persephone, Oficial de Prensa [S170 - SF]

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