"Revelaciones y Alianzas" Cap. 12 [Las Aventuras del Conquistador] - Infinity Kingdom

Las Aventuras del Conquistador

🌸 Muy buenas tardes, ¡Bienvenidos a otro capítulo de esta gran historia!

Les habla Persephone y hoy estoy con ustedes para compartir el doceavo capítulo de las Aventuras del Conquistador, que se concentra en Alejandro Magno y cómo irá creciendo hasta convertirse en un personaje legendario.

Resumen del Capítulo anterior: “La verdadera intención de la mujer pálida”

El grupo, compuesto por Alejandro, Carlomagno, el guardián león, siegfried y Deméter, avanzan con desconfianza a través de un interminable laberinto. La tensión por las recientes revelaciones es palpable. Finalmente, encuentran una puerta de cristal opaco al final del pasillo, a través de la cual se vislumbra una luz dorada prometiendo alivio…

Al abrir la puerta, llegan a una vasta sala iluminada por columnas de luz. En el centro, sobre un pedestal, se encuentra la mujer pálida que los había traído a la trampa desde el principio. Su presencia es imponente y su figura desafía las leyes de la realidad. Ella revela que Siegfried es el foco de un destino importante, y su presencia no es una coincidencia.

La mujer pálida, con una mezcla de admiración y desaprobación, desata un hechizo que envuelve la sala en una energía oscura. Las columnas de luz se apagan, y el grupo queda sumido en la penumbra. Deméter junto con el guardián león caen dormidos debido al poder abrumador, mientras Carlomagno y Alejandro, agotados y debilitados, también son derrotados.

Siegfried queda como el único miembro del grupo en pie. La mujer pálida se acerca a él, preparándose para una confrontación final. Con el grupo reducido a la impotencia y la sala en silencio, la confrontación entre Siegfried y la mujer pálida está a punto de comenzar, dejando el futuro del grupo y de Siegfried incierto.

Capítulo 11: “Revelaciones y Alianzas”

Horas después de la derrota en la sala deslumbrante, Alejandro, Carlomagno, el guardián león y Deméter despertaron en medio de la penumbra. La oscuridad envolvía la sala, y la luz dorada que antes les había prometido alivio ahora era un recuerdo distante. Los cuatro se levantaron lentamente, confusos y aturdidos, buscando entender su situación actual.

Alejandro fue el primero en hablar. Su voz estaba cargada de preocupación y frustración. "¿Dónde está la mujer pálida? Y… ¿dónde está Siegfried?”

Carlomagno, recuperándose de su aturdimiento, se puso de pie con dificultad. Miró alrededor y observó la sala vacía, la gran puerta de cristal aún abierta, y el pedestal que antes sostenía a la mujer pálida, ahora desierto… "Parece que se lo han llevado. No hay señales de ellos.”

El guardián león, aún intentando despejar su mente del hechizo que lo había abatido, se levantó con ayuda de Alejandro Magno y habló rápidamente. "No podemos quedarnos aquí. Debemos buscar a Siegfried y asegurarnos de que Zenobia, la hermana de Zula, también esté a salvo. La mujer pálida debe tener algo que ver con todo esto.”

Alejandro asintió, sintiendo la urgencia de la situación. "Tienes razón. La mujer pálida mostró un interés particular en Siegfried. No podemos ignorar eso. Pero también es vital que no olvidemos nuestra misión inicial: rescatar a Zenobia.”

El grupo se dirigió hacia la salida del laberinto, la preocupación y la determinación en sus rostros. Sabían que la situación era desesperada y que el tiempo jugaba en su contra. La batalla anterior les había dejado exhaustos, pero la necesidad de encontrar a Siegfried y completar su misión les daba fuerza para seguir adelante.

Después de horas de explorar la mansión, se encontraron con un resultado desalentador.

Las habitaciones, una vez llenas de misterio, ahora estaban vacías y desoladas. No había rastro de la mujer pálida ni de Siegfried. La mansión, que había sido el escenario de su última confrontación, parecía haber sido abandonada con prisa.

“No hay nada aquí” dijo Alejandro con frustración, mirando alrededor. “¿Dónde se habrán ido?”

“Quizás la mujer pálida y Siegfried se han movido a otro lugar” sugirió Carlomagno, intentando mantener la esperanza.

El guardián león que había estado revisando una de las habitaciones en busca de pistas, se acercó. “No hemos encontrado ni una sola pista sobre ellos. Necesitamos reconsiderar nuestra estrategia.”

El grupo salió de la mansión con el ánimo decaído, sintiendo el peso de la incertidumbre sobre sus hombros. Mientras cruzaban el umbral de la entrada principal, se encontraron de nuevo con la figura enigmática que los había llevado a la mansión en primer lugar. Ella, cubierta con su capucha oscura, parecía haber estado esperándolos desde el principio.

"Me alegra ver que han llegado a tiempo", dijo la mujer misteriosa con voz serena, observando a los tres con una mezcla de interés y desconfianza. "Han demostrado valor al enfrentarse a los desafíos, pero aún no estoy completamente segura de confiar en ustedes.”

Alejandro y Carlomagno se miraron con sorpresa. "¿Por qué?" preguntó Alejandro, tratando de comprender el motivo detrás de la resistencia de la mujer.

Ella continuó. "Sin embargo, valoro la determinación que han mostrado. Por eso, me comprometo a ayudarles a buscar a Siegfried. No puedo ignorar su valentía.”

En ese momento, Carlomagno, inspirado por la nueva información, preguntó de repente. "¿Conoces a una joven llamada Zenobia?"

La mujer encapuchada levantó una ceja; su mirada se volvió inquisitiva. "¿Zenobia? ¿Por qué la mencionas?”

Alejandro, que había estado siguiendo la conversación, intervino. "Zuna está esperando por ella. Nosotros entramos al bosque para tratar de encontrarla y rescatarla.”

La mujer encapuchada observó a Alejandro y Carlomagno con una nueva intensidad en su mirada. Con un gesto que parecía lleno de resignación y determinación, comenzó a quitarse la capucha que había ocultado su rostro.

Cuando la capucha cayó, reveló a una mujer con una expresión fuerte y decidida. Sus rasgos eran familiares pero imponentes, y los ojos que miraban a Alejandro y Carlomagno estaban llenos de una mezcla de nostalgia y propósito.

"Yo soy Zenobia" dijo, revelando su identidad con una voz clara. "He estado esperando el momento adecuado para salir a la luz. Mi misión aún no ha terminado, y es derrotar a la mujer pálida.”

Alejandro y Carlomagno quedaron sorprendidos y asombrados. La revelación de que Zenobia era la mujer que les había ayudado antes explicaba mucho sobre el misterio que los rodeaba.

"¿La mujer pálida?" Repitió Alejandro, su voz temblando con la mezcla de sorpresa y preocupación. "¿Sabes quién es?"

Zenobia asintió solemnemente. "Sí, la mujer pálida es conocida como Isabel Bathory, una antigua hechicera que ha estado buscando el poder para gobernar nuestro mundo. Mi misión es detenerla antes de que lo logre.”

El grupo se miró entre sí, sintiendo el peso de la revelación. La búsqueda de Siegfried y Zenobia se había entrelazado en una misión mucho más grande de lo que habían imaginado. La ayuda de Zenobia sería crucial para enfrentarse a Morgath y juntos tendrían que superar los desafíos que se avecinaban.

Con un nuevo sentido de propósito, el grupo se preparó para su próxima etapa. La alianza con Zenobia prometía abrir nuevas oportunidades en su búsqueda y enfrentamiento con la hechicera. El capítulo terminó con el grupo, ahora reforzado por una aliada inesperada, dispuesto a enfrentar los desafíos que estaban por venir.

¡Hasta aquí llegamos con este capítulo!

Espero que les haya gustado.

Muchas gracias,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo de mi historia.

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