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"La Batalla Final: El Umbral de la Condesa (parte II)" [Capítulo 41] La Última Sanadora - Infinity Kingdom

"La Batalla Final: El Umbral de la Condesa (parte II)" [Capítulo 41] La Última Sanadora - Infinity Kingdom

Press Officer
Article Publish : 04/05/2025 07:27
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🌸 Muy buenas tardes, ¡bienvenidos a un nuevo capítulo de mi historia, "La Última Sanadora"!

Soy Persephone, y hoy tengo el placer de presentarles el capítulo cuarenta y uno que se enfoca en Teodora, sus aventuras y su evolución para convertirse en la más destacada curandera de los últimos tiempos. 

¡Acompáñenme en este emocionante capítulo!


🌸 Resumen del anterior capítulo:La Batalla Final: El Umbral de la Condesa (parte I)

Las Aventuras del Conquistador

El grupo avanza decidido, aunque marcado por la pérdida de Heimdall. A medida que se acercan al corazón de la oscuridad, Deméter es inmovilizado por cadenas sombrías y una presencia maligna se manifiesta: Isabela Bathory aparece, rodeada de sombras vivientes y lista para impedir que lleguen hasta Himiko.

La batalla comienza de inmediato. Alejandro, Khubilai Kan y Manco Cápac atacan coordinadamente, mientras Zenobia, Atenea, Loki y Teodora apoyan con defensa e ilusiones. Isabela, sin embargo, demuestra un poder abrumador y bloquea los ataques con agilidad sobrenatural, invocando raíces espectrales y usando una espada oscura formada con su sangre.

Teodora logra salvar a Manco Cápac de una trampa y luego purifica a Alejandro cuando Isabela intenta consumirlo con oscuridad. El león guardián también participa, enfrentándose directamente a la condesa. A pesar de los esfuerzos del grupo, Isabela se mantiene dominante, revelando apenas una fracción de su ira y poder.

Finalmente, desata una oleada de oscuridad que obliga al grupo a retroceder, marcando el inicio de una batalla aún más intensa. La verdadera lucha apenas comienza.


🌸 Capítulo 41:La Batalla Final: El Umbral de la Condesa (parte II)

El huracán de oscuridad arremetió con furia desgarradora, como si el propio abismo hubiera decidido engullir el mundo. El cielo se tornó un lienzo negro, sin luna ni estrellas. La tierra tembló, resquebrajándose bajo los pies de los héroes, mientras ráfagas de viento sombrío arrancaban pedazos del suelo y los lanzaban al aire. Rocas y raíces flotaban brevemente antes de ser absorbidas por la vorágine de sombras. A su alrededor, la realidad se distorsionaba.

Frente a ellos, Isabela Bathory se alzaba imperturbable, su silueta envuelta por un halo oscuro y palpitante. Las figuras humanoides que la rodeaban chillaban sin voz, criaturas etéreas nacidas de su aliento, multiplicándose con cada exhalación suya. Era como si cada suspiro alimentara un ejército, como si la misma desesperación cobrara forma para protegerla.

¡Atrás! —ordenó Atenea, su voz como un trueno que atravesaba la tormenta.

Golpeó el suelo con su lanza, clavó su escudo dorado y extendió una barrera radiante, un domo de luz que se expandió con fuerza divina para frenar el primer embate de oscuridad. Por un instante, contuvo la ola... pero fue solo eso: un instante.

Las sombras, viscosas como humo venenoso, se filtraron entre los resquicios de la defensa. Se deslizaron por el suelo como serpientes, rodeando los tobillos de los héroes, buscando su carne, su alma, su esencia.

¡No son reales! —gritó Loki, mientras sus manos se movían con rapidez ritual—. ¡Son proyecciones de su voluntad! ¡No teman a las sombras, teman a la que las gobierna!

Runas flotaron en el aire a su alrededor, girando como estrellas caídas, formando sellos ilusorios que estallaban en destellos azules y plateados, confundiendo y desorientando a las criaturas.

Khubilai Kan asintió sin dudar. Sus ojos brillaban con una llama indómita. Con un grito de guerra, se lanzó hacia Isabela como un relámpago de acero. A sus lados, sus dos lobos espirituales corrían, casi flotando sobre la tierra, con garras que dejaban surcos de fuego en el aire.

Las sombras intentaron cerrarle el paso, pero los lobos las desgarraron como si fueran niebla. En ese resquicio, Khubilai giró su cuerpo y se deslizó con una precisión letal. Su espada brilló al cortar el viento. El primer tajo fue esquivado por Isabela con gracia inhumana, pero el segundo rasgó su capa carmesí y dejó un surco superficial en su hombro.

Interesante... —susurró la condesa con voz seductora, sin perder su eterna sonrisa.

La herida comenzó a cerrarse de inmediato. No con carne, sino con sombras que tejían su piel como hilos de seda oscura. Un parche más de oscuridad sobre un cuerpo ya corrompido.

En lo alto, encadenada entre columnas de sombra, Deméter rugía. Su cuerpo convulsionaba, luchando por liberarse. Las cadenas no eran de metal; eran fragmentos de recuerdos, de traumas, de momentos de dolor que la ataban más que cualquier hierro. Cada eslabón estaba anclado no a la materia, sino al alma misma.

Loki lo comprendió al instante.

¡No son físicas! —exclamó—. ¡Deméter debe enfrentarlas desde dentro!

Carlomagno, de pie bajo la figura torturada de su dragón, alzó la mano. Tocó su frente escamosa con reverencia, cerrando los ojos. Desde su palma brotó un torrente cálido, una energía luminosa que ascendió como una columna hacia los cielos, atravesando las sombras que envolvían a Deméter.

Recuerda quién eres —susurró—. No eres esclava de la oscuridad. Eres su verdugo.

Dentro de sí, Deméter cayó en un abismo. Vio imágenes de fuego, de ruinas, de abandono. Vio a hombres huyendo de ella, llamándola monstruo. Pero también lo vio a él: Carlomagno, mirándola sin miedo, luchando junto a ella, viéndola como una hermana.

Un rugido ancestral surgió de su garganta. Fuego púrpura brotó desde su pecho como una estrella naciente, explotando en una onda que pulverizó las cadenas de dolor. Liberada, cayó como un meteorito a la tierra, creando un cráter humeante.

Isabela, por primera vez, frunció el ceño.

Vaya… parece que tendré que esforzarme un poco más.

Alzó ambos brazos. El cielo, ya oscuro, se volvió aún más denso, más opresivo. Una nueva figura emergió tras ella: un titán compuesto por cientos de sombras fusionadas, una criatura colosal con ojos vacíos y una boca abierta en un grito que no terminaba jamás. Cada paso suyo marchitaba el bosque a kilómetros.

Mi Campeón de la Noche —proclamó Isabela—. Despedázalos.

La criatura avanzó con un rugido que partió la tierra. Alzó un puño del tamaño de una casa, dispuesto a aplastar al grupo. Manco Cápac se adelantó con firmeza, alzando su espada. Lucasta, desde atrás, canalizó su energía a través de él, y del suelo emergió una lanza de obsidiana que atravesó el antebrazo del titán, desviando su golpe.

¡Ahora! —gritó Manco.

Alejandro Magno no necesitó más. Montado sobre su león guardián, se lanzó como un rayo. Saltaron juntos, trazando un arco glorioso sobre el campo de batalla. Su espada cortó el rostro del titán en una cruz luminosa. El monstruo retrocedió, tambaleante, lanzando un aullido de furia.

Mientras tanto, Teodora no apartaba la vista de Isabela. Comprendía que el titán no era más que una extensión. Ella era la raíz.

Lucasta… esta vez debemos arriesgarnos —murmuró.

El pequeño dragón asintió. Juntos comenzaron a entonar un cántico antiguo, un llamado a la pureza. Una espiral de luz surgió de las palmas de Teodora, expandiéndose con fuerza. Era inestable, poderosa... y necesitaba tiempo.

¡Proteged a Teodora! —bramó Zenobia al ver la luz crecer.

Atenea y Alejandro flanquearon a Isabela. Sus armas, envueltas en resplandores divinos, chocaban contra los hechizos de la condesa. Esta se defendía con frialdad, pero por primera vez, su mirada titubeaba. La luz de Teodora la incomodaba, la debilitaba.

Loki no perdió su oportunidad.

Que los reflejos la atormenten…

Conjuró un círculo de espejos ilusorios alrededor de Isabela. En cada uno se reflejaba una versión distorsionada de ella: vieja, quebrada, derrotada. Su máscara de serenidad se quebró. Isabela gritó, furiosa, liberando una onda oscura que hizo estallar los espejos. Pero el daño ya estaba hecho.

Teodora brillaba por completo. Era como si el sol hubiese descendido a la tierra.

Por la luz que guía... por la llama que purifica... por los que no temen al abismo… ¡Vuelve a la sombra de donde naciste!

Una columna de luz pura descendió del cielo, atravesando la oscuridad como una lanza celestial. Isabela aulló, cubriéndose el rostro. El Campeón de la Noche se desintegró, despedazado por el mismo fuego que lo había creado. Las sombras se disiparon como niebla al amanecer.

Isabela cayó de rodillas.

No… —murmuró, jadeando—. ¡Esto no puede acabar así!

Pero no era el fin.

Un sonido sordo rasgó el silencio: un susurro gutural que emergía de la tierra misma. Las sombras restantes se arremolinaron en torno a la condesa, cubriéndola como un manto líquido.

¡Se está fusionando con la oscuridad! —alertó Loki—. ¡Este es su verdadero rostro!

Del torbellino emergió una nueva figura: Isabela transformada.

Su cuerpo era alargado, flotante, casi incorpóreo. Una máscara de hueso cubría su rostro, sus ojos brillaban con un rojo espectral. De su espalda brotaban alas de sombra, y en su mano empuñaba una espada de fuego negro, palpitante como una herida abierta.

Este será su último error —declaró Atenea, con voz firme, su escudo en alto—. No daremos un paso atrás.

Detrás de ellos, una figura apareció caminando a través de la niebla, ilesa por la oscuridad. Una mujer de cabello blanco, ojos dorados y ropajes ceremoniales se acercaba con calma. La mitad del grupo la reconoció al instante,

Loki la miró con incredulidad.

No puede ser… ¡Nueve Colas!

La mujer detuvo su andar y sonrió con suavidad.

Han llegado al momento decisivo —dijo—. Lamento la demora.





¡Hasta aquí llegamos con éste capítulo de esta Historia de Aventuras!

Espero que les haya entretenido y esperen con ansias el próximo capítulo.


Información Importante

Desde ahora los grupos estarán peleando unidos para la batalla final contra Himiko hasta que la Gran Batalla finalice. Así que el orden semanal será siempre primero el capítulo de La Última Sanadora, y cómo siguiente Las Aventuras del Conquistador.

Una vez terminada, cada grupo partirá con su siguiente aventura. 




Muchas gracias por su tiempo y apoyo,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.

🌸Persephone



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- Infinity Kingdom / 無盡城戰

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