EL EMPERADOR DE LOS OCÉANOS

POSEIDÓN

En la mitología Griega, durante la batalla que definiría el destino del cosmos, Poseídon fue de los dioses más implacables en la guerra contra los titanes, se dice que Cronos, su padre, sufrió tres derrotas, Poseídon fue el dios que le propicio la primera de esas tres derrotas.

Una vez terminada la Titanomaquia, Poseídon se volvió el soberano de los mares, mostrando siempre un iracundo carácter, temido por todos los dioses y mostrando obediencia solo ante su hermano menor, Zeus quien se volvió el emperador de los cielos y regente del Olimpo.

Poseídon peleó en muchas ocasiones en la mitología, pero sobresalió por su estrategia contra los Gigantes, durante la Gitantomaquia, pues los dioses debieron apoyar a mortales y a semidioses para poder derrotar a los Gigantes. Poseidon haciendo uso de su inconmensurable poder y dominio sobre los mares creo siempre la oportunidad para que las condiciones en la que semidioses y mortales pudieran asestar el golpe final a los Gigantes fueran posibles.

Al igual que Zeus se casó con Hera, Hades con Perséfone, Poseídon lo hizo con Anfitrite, quien es una diosa hija del dios primordial de los océanos (Nereo). Anfitrite quien más tarde se conoció como la leona de los mares, destacando que al igual que Poseídon, su esposa era conocida por tener un carácter implacable, siendo implacable con algo que no consideraba justo o impropio de un dios.

En la mitología de Saint Seiya, Poseídon se destaca como uno de los tres grandes, junto a Zeus y Hades; y junto a ellos fue uno de los primeros humanos que comprendieron el secreto del cosmos, convirtiéndose así en los primeros dioses. Una vez consumada su batalla contra los Titanes los tres hermanos se repartieron los dominios siendo así Zeus el emperador de los cielos y la tierra, Poseídon el emperador de los mares y Hades soberano del Inframundo. Se dice que cuando Zeus desapareció, dejando la tierra al cuidado de su hija Athena, Poseidon no lo vió con buenos ojos, así que le declararía la guerra a su sobrina por el dominio de la tierra. En el pasado Poseídon purgó la tierra, con el fin de estirpar la maldad de la humanidad, se dice que desató el diluvio que erradicaria casi por completo a la humanidad, dejando con vida solo a la familia de un mortal que se ganó el favor del dios.

En Saint Seiya a menudo Poseídon es mostrado como un dios iracundo, pero con sentido de bondad, capaz de reconocer sus derrotas y condecer victorias. Capaz de colaborar con quién alguna vez considero sus enemigos.

Contra Poseídon, Athena tuvo que enfrentar la primer guerra santa, siendo está la guerra más mortifera de las batallas de Athena hasta ahora, siendo solo superada no por moralidad sino por brutalidad por la guerra contra Ares el dios de la guerra.

Poseídon mostró en Saint Seiya un cosmos que no paraba de crecer en su último batalla contra la última encarnación de Athena, el dios nunca alcanzó su máximo poder, pues conforme se alargaba la batalla su cosmos se elevaba más y más, siendo detenido antes de alcanzar la cúspide de su poder.