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"Encuentro en Damia: El Origen de un Vínculo Eterno" [Capítulo 22] La Última Sanadora - Infinity Kingdom

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Article Publish : 11/12/2024 05:53
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🌸 Muy buenas tardes, ¡bienvenidos a un nuevo capítulo de mi historia, "La Última Sanadora"!

Soy Persephone, y hoy tengo el placer de presentarles el capítulo veintidós que se enfoca en Teodora, sus aventuras y su evolución para convertirse en la más destacada curandera de los últimos tiempos. 

¡Acompáñenme en este emocionante capítulo!


🌸 Resumen del anterior capítulo:Un amigo en aprietos parte VII (final): La Fuerza del Bosque y el Corazón Roto

Atenea, con determinación y empatía, comprendió que debían liberar a Khubilai de su rabia antes de que se perdiera a sí mismo. Conectándose con el bosque, invocó una melodía que llenó el campamento, confundiendo a los ladrones y calmando la tensión. Al escuchar esta canción, Khubilai sintió su furia disiparse momentáneamente, hasta que Teodora aprovechó el instante para recordarle que su vida tenía un propósito más grande que la traición de Wu, su antigua amante.

La intervención de Teodora y la canción del bosque despertaron a Khubilai, quien bajó su arma y se apartó del conflicto. Mientras el jefe de los ladrones intentaba provocar a Khubilai, la naturaleza respondió a la invocación de Atenea: animales del bosque emergieron del manto de la noche, y los ladrones, aterrorizados por la visión, huyeron. Atenea, firme, les dio una advertencia final, exigiendo respeto hacia el bosque, y la amenaza fue suficiente para obligarlos a retirarse, llevándose a Wu con ellos.

Una vez solos, el grupo se quedó en silencio, procesando la intensidad de lo vivido. Manco se acercó a Khubilai, ofreciéndole consuelo y recordándole el valor de la lealtad de quienes lo rodeaban. Aunque herido, Khubilai halló en sus amigos y en el poder del bosque una nueva fortaleza para seguir adelante. La noche se envolvió en una calma profunda, y el grupo, ahora más unido, sintió que nada podía disuadirlos de su misión.


🌸 Capítulo 22: “Encuentro en Damia: El Origen de un Vínculo Eterno”

Al amanecer, una niebla suave y densa cubría el campamento. Los primeros rayos de sol se filtraban tímidamente entre los árboles, proyectando sombras que danzaban al ritmo de la brisa. Mientras el grupo recogía sus pertenencias, Khubilai se acercó con pasos firmes y seguros. Su expresión, aunque serena, transmitía una determinación renovada.

“Amigos,” comenzó, y su voz resonó con una convicción inusitada. “He reflexionado sobre lo ocurrido anoche. La traición que sufrí me mostró una herida en mi corazón, pero también me hizo entender algo más profundo. Mi verdadero propósito no es luchar solo por mis propias causas. He sido llamado a proteger la luz en este mundo y a combatir la oscuridad que crece a nuestro alrededor. Si me lo permiten, me gustaría unirme a su causa, acompañarlos en la búsqueda de la Flor Dorada y poner mi espada al servicio de esta misión y de proteger a Lucasta.”

Teodora, Atenea y Manco intercambiaron miradas de alegría y alivio. Manco se acercó primero, colocándole una mano en el hombro. “Tu valentía nos honra, hermano. La luz siempre necesitará protectores, y contigo a nuestro lado, estamos un paso más cerca de mantenerla viva.”

Atenea le sonrió con gratitud. “Tu espada y tu corazón fuerte serán grandes aliados en lo que está por venir, Khubilai.”

Con su oferta aceptada, Khubilai se unió al grupo como un verdadero amigo, dejando atrás las sombras de su pasado. Con un espíritu de unidad renovado, retomaron su viaje al amanecer. Su primer destino era Damia, una ciudad en la que esperaban aprovisionarse antes de adentrarse en el sendero hacia la Flor Dorada.

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La Parada en Damia

Al día siguiente, avanzaron hasta Damia, una pequeña ciudad donde los viajeros solían detenerse antes de adentrarse en caminos más inhóspitos.

Mientras el grupo caminaba por las calles de Damia, una figura con una larga túnica de tonos terrosos y mirada profunda, se les acercó inesperadamente. El hombre, de rostro arrugado y ojos brillantes, emanaba una energía ancestral. Parecía saber exactamente a quién buscaba, y al detenerse frente a ellos, pronunció sus nombres uno por uno, su voz suave pero llena de certeza.

“Khubilai,” dijo, mirando al guerrero con una leve reverencia, “el protector renacido.” Luego, sus ojos se posaron en Atenea y Manco. “Atenea, guardián del equilibrio. Manco, el lazo entre mundos.”

Finalmente, se volvió hacia Teodora, y sus ojos se iluminaron aún más, como si reconociera en ella un linaje olvidado. “Teodora,” dijo, con una mezcla de respeto y solemnidad. “Teodora de los Solares, la que ha sido elegida para guiar la luz.”

Teodora retrocedió ligeramente, sorprendida por el conocimiento del monje sobre ellos. “¿Cómo... cómo sabes quiénes somos?” preguntó, entre desconcertada y cautivada.

El monje sonrió, dejando ver una calidez sincera en su semblante. “Hace mucho tiempo que las estrellas nos enviaron noticias sobre su llegada, y los ecos de su misión resuenan incluso aquí, en Damia. Yo soy solo un guardián de estos saberes antiguos. Pero tú, Teodora, eres la clave para enlazar el poder de la luz.”

Teodora intercambió una mirada con Atenea y Manco, confusa. “¿A qué te refieres con ‘enlazar el poder de la luz’?”

El monje hizo un gesto hacia la caravana, donde Lucasta, el pequeño dragón, estaba oculto cuidadosamente entre sus pertenencias para evitar ser descubierto. A pesar del cuidado del grupo, el monje reconoció de inmediato la presencia del dragón. Sus ojos se llenaron de admiración y reverencia al hablar de él. “Ese pequeño dragón, Lucasta, lleva una chispa del poder solar en su interior. Él tiene el potencial de convertirse en un guardián de la luz, pero solo si se conecta con un solar de corazón puro. Tú, Teodora, como descendiente de los Solares, tienes el don de unir tu espíritu al suyo, de guiarlo en el camino de la luz y ayudarle a dominar la dualidad de su naturaleza. Ese es el propósito de un solar.”

Las palabras del monje parecían tan antiguas como las estrellas mismas, y Teodora sintió una mezcla de responsabilidad y temor. Hasta ese momento, no se había imaginado a sí misma como una guía espiritual ni como alguien capaz de entrenar a una criatura tan especial. “¿Pero cómo puedo hacer algo así?” preguntó, apenas susurrando. “Soy solo una aventurera, una curandera, quizás… pero no sé cómo guiar a alguien hacia la luz.”

El monje se acercó a ella con una expresión de comprensión y sabiduría en sus ojos. “La luz no se enseña, se revela. En tu espíritu yace la misma energía que corre por las venas de Lucasta, y tu misión es ayudarlo a ver esa luz en su interior. Con el tiempo y mediante tu vínculo, aprenderás a comunicarte con él en el lenguaje antiguo que solo los de tu estirpe pueden comprender.”

El grupo observaba en silencio, asombrado por las revelaciones del monje. Khubilai, en particular, miraba a Teodora con respeto renovado, entendiendo la magnitud de su tarea.

“¿Y qué sucederá si no logro hacerlo?” preguntó Teodora con un hilo de voz, sintiendo el peso de la responsabilidad.

El monje la miró con gravedad. “Si no se forja ese lazo, Lucasta podría caer presa de la oscuridad. Los dragones como él llevan tanto luz como sombra en su interior. Necesita de tu guía para permanecer en el camino de la luz.”

Las palabras del monje dejaron una impresión profunda en Teodora, quien comprendía que el destino de Lucasta y su propio destino estaban intrínsecamente ligados. Pero al mismo tiempo, una chispa de certeza se encendió en su interior. Sabía que, aunque el desafío era grande, no estaba sola en este camino: sus amigos, y ahora Khubilai, estarían allí para apoyarla.

El monje dio unos pasos hacia atrás, inclinando levemente la cabeza en señal de despedida. “El destino de la luz está en tus manos, Teodora. No olvides el legado de los Solares. Sus palabras resonarán en ti cuando el momento sea propicio.”

Y como si fuera un espectro que cumplía su misión, el monje se desvaneció entre las calles de la ciudad, dejándolos con preguntas renovadas y una misión aún más clara: guiar a Lucasta y proteger la luz que residía en ambos.




¡Hasta aquí llegamos con éste capítulo de esta Historia de Aventuras!

Espero que les haya entretenido y esperen con ansias el próximo capítulo la semana que viene.


Muchas gracias por su tiempo y apoyo,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.

🌸Persephone



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- Infinity Kingdom / 無盡城戰

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