GTarcade App

More benefits, more surprises

Get

Details page

"Un amigo en aprietos parte II: El Plan" Cap.16 [La Última Sanadora] - Infinity Kingdom

Press Officer
Article Publish : 10/06/2024 03:47
Translate

🌸 Muy buenas tardes, ¡bienvenidos a un nuevo capítulo de mi historia, "La Última Sanadora"!

Soy Persephone, y hoy tengo el placer de presentarles el capítulo dieciséis, que se enfoca en Teodora, sus aventuras y su evolución para convertirse en la más destacada curandera de los últimos tiempos. ¡Acompáñenme en este emocionante capítulo!


🌸 Resumen del anterior capítulo:Un amigo en aprietos parte I

El grupo avanza bajo un cielo estrellado tras una reciente huida, cuando escuchan un grito de auxilio.

Al llegar, encuentran un carruaje rodeado de forasteros armados. Manco y Atenea intervienen, derrotando rápidamente a los atacantes. Sin embargo, Manco se enfrenta a uno de ellos, Khubilai, un viejo amigo atrapado en una deuda con los ladrones.

A pesar de las objeciones de Atenea, Teodora decide ayudar a Kan a saldar su deuda, que implica conseguir una joya de un grupo aún más peligroso. Con un renovado propósito, el grupo se prepara para enfrentar el desafío, guiados por la lealtad a su amigo.


🌸 Capítulo 16: “Un amigo en aprietos parte II: El Plan”

El grupo se reunió en un claro del bosque, lejos de oídos curiosos. La luna llena iluminaba sus rostros serios mientras debatían cómo proceder. Teodora, siempre la más pragmática, fue la primera en hablar.

"Primero, necesitamos información sobre el grupo de ladrones que tiene la joya. ¿Quiénes son, dónde se encuentran y cómo operan?" sugirió, mirando a cada uno de sus compañeros.

Atenea cruzó los brazos. "Podemos intentar infiltrarnos, pero eso requiere mucha preparación. No sabemos cuántos son ni qué tipo de armas manejan. Necesitamos un plan sólido."

Manco asintió, sintiendo la presión de la situación. "Khubilai, tú conoces a estos ladrones. ¿Puedes darnos algún detalle sobre su base de operaciones?"

Khubilai, con expresión tensa, asintió. "Tienen un campamento al norte, cerca de un viejo molino. Se mueven en pequeños grupos y suelen estar bien armados. La joya está custodiada por el líder, un tipo despiadado llamado Ciro. Pero hay algo más: tienen un sistema de vigilancia."

"¿Qué tipo de vigilancia?" preguntó Teodora, su mente ya trabajando en posibles estrategias.

"Patrullas regulares y algunos de sus hombres siempre están alerta. Tendremos que ser rápidos y silenciosos si queremos entrar y salir sin ser vistos," explicó Khubilai, su voz cargada de preocupación.

"Entonces, debemos crear una distracción," sugirió Atenea, con una chispa de determinación en sus ojos. "Si conseguimos atraer la atención de los guardias, podríamos tener una oportunidad para colarnos en el campamento."

"¿Y cómo propones hacer eso?" inquirió Manco, intrigado.

Atenea sonrió. "Podríamos iniciar un pequeño fuego en la parte opuesta del campamento. La mayoría de ellos correrán a investigar, dejando la joya desprotegida."

Teodora frunció el ceño. "Eso suena peligroso. Si no controlamos el fuego, podría volverse en nuestra contra. Necesitamos algo más seguro."

Khubilai interrumpió, su rostro pensativo. "He visto cómo los ladrones reaccionan ante un desafío. Si simulamos un ataque de otro grupo de ladrones, quizás se distraigan lo suficiente."

"Interesante," dijo Manco, ya imaginando el escenario. "Podríamos organizar a algunos aliados de los bosques, quizás un par de cazadores. Ellos pueden hacer ruido y crear confusión mientras nosotros nos escabullimos."

"Sí, pero necesitaríamos ser muy cuidadosos con el timing," agregó Teodora. "Una vez que los distraigamos, debemos entrar al campamento rápidamente y salir antes de que se den cuenta de lo que ha pasado."

Atenea, emocionada, comenzó a dibujar un plano en la tierra. "Aquí está el campamento. Si hacemos el ataque simulado desde el oeste, nosotros podemos entrar por el este. Khubilai, tú debes guiarnos hacia la joya."

Manco miró a su amigo, sintiendo la carga de la situación. "¿Estás seguro de que puedes hacerlo, Khubilai?"

Khubilai respiró hondo, mirando a sus amigos. "Lo haré. Quiero salir de esto tanto como ustedes."

Con el plan en marcha, el grupo se sintió revitalizado. La lealtad que compartían se transformó en una fuerza poderosa, dispuestos a arriesgarlo todo por la libertad de Khubilai.

Esa noche, mientras el grupo se preparaba, cada uno se dedicó a afilar sus armas y revisar su equipo. La adrenalina crecía en el aire; la misión sería peligrosa, pero la determinación de ayudar a un amigo era más fuerte.

"Recuerden, actuaremos con rapidez y sigilo," recordó Teodora, su mirada fija en cada uno de ellos. "No podemos permitir que el miedo nos detenga. Estamos juntos en esto."

"Sí," dijo Manco, levantando su espada. "Por la lealtad, y por Khubilai."

"Por la lealtad," repitieron los demás, una promesa compartida que resonaba en la noche estrellada. Con el plan listo, se prepararon para la misión que cambiaría sus vidas.

—------------------------------------------------------------

La noche avanzaba y el grupo, exhausto tras elaborar su plan, se acomodó en sus mantas alrededor de la pequeña fogata. El suave murmullo del viento entre los árboles y el canto lejano de los grillos crearon una atmósfera tranquila que, poco a poco, comenzó a arrullar a los miembros del grupo hacia el sueño.

Sin embargo, Khubilai, aparentemente agotado, permaneció en silencio, con los ojos cerrados, pero su mente no descansaba. Cuando todos comenzaron a roncar suavemente, él se levantó con cautela, asegurándose de que nadie lo viera. Con movimientos sigilosos, se alejó del campamento, adentrándose en la oscuridad.

Atenea, que había permanecido en un estado de semi insomnio, sintió un leve movimiento a su lado. Abriendo un ojo, vio la figura de Khubilai desvanecerse entre las sombras. Un instinto de desconfianza se activó en ella; su mente luchaba con la preocupación. Sin pensarlo, se levantó, siguiendo sus pasos en silencio.

Sigilosamente, Atenea se movió entre los árboles, manteniendo una distancia prudente. Al llegar a un claro, se detuvo al observar a Khubilai, que se encontraba hablando con una figura encapuchada. La luz de la luna iluminaba sus rostros de manera tenue, revelando la tensión en las líneas de Khubilai y la expresión oculta del extraño.

Atenea se ocultó tras un tronco, sus sentidos alerta. No podía oír las palabras que se intercambiaban, pero su corazón latía con fuerza. La preocupación crecía en su pecho. ¿Qué estaban planeando? ¿Era esto parte de un plan para traicionar al grupo?

La figura encapuchada hizo un gesto con la mano, y Khubilai se inclinó hacia adelante, como si estuviera recibiendo una información crucial. Atenea sintió que su confianza en su amigo tambaleaba. Siempre había creído en él, pero ahora se preguntaba si realmente conocía a la persona con la que estaban tratando.

Mientras la conversación continuaba, la preocupación por Teodora y la misión de recuperar la joya se apoderó de su mente. Si Khubilai estaba involucrado en algo más oscuro, las vidas de todos estaban en juego. Tenía que ser cautelosa. No podía permitir que sus emociones nublaran su juicio.

Decidió mantener su posición, observando sin ser vista. Las palabras seguían fluyendo entre ellos, y Atenea luchaba por captar alguna frase clave. En su interior, un conflicto se desarrollaba: la lealtad hacia su amigo y la necesidad de proteger a su grupo.

Finalmente, Khubilai se separó del encapuchado, y este se desvaneció en la oscuridad, como un fantasma. Khubilai se quedó allí, mirando hacia el horizonte, como si meditara sobre su siguiente movimiento. Atenea sintió que debía acercarse, pero el miedo a ser descubierta la detuvo.

Cuando finalmente se dio la vuelta para regresar, Atenea decidió seguirlo a una distancia segura. La desconfianza la consumía, pero su prioridad eran Teodora y Manco. No podía permitir que un error costara sus vidas.

Al regresar al campamento, Khubilai pareció relajarse. Se acomodó en su manta como si nada hubiera sucedido, y Atenea, aún inquieta, se deslizó de nuevo a su lugar antes de ser vista. Su mente giraba en torno a las revelaciones de la noche. La misión por la joya se complicaba, y Khubilai se tornaba un misterio.

Mientras el sueño finalmente comenzaba a reclamarla, Atenea se juró a sí misma que no se dejaría engañar. Vigilante, permanecería atenta, decidida a descubrir quién era realmente Khubilai y qué significaba su encuentro con el encapuchado. La misión por la joya sería solo el comienzo de un viaje más profundo y complicado, y estaba lista para enfrentar cualquier verdad que se revelara.




¡Hasta aquí llegamos con éste capítulo de esta Historia de Aventuras!

Espero que les haya entretenido y esperen con ansias el próximo capítulo la semana que viene.


Muchas gracias por su tiempo y apoyo,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.

🌸Persephone



Plataforma de comunicación

Unirse al Discord de Infinity Kingdom para resolver problemas y dudas. Busca el canal en español, y si no lo encuentras, pregunta en el chat general. Puedes buscarme como 🌸Persephone, y tengo el rol de Press Officer (Oficial de Prensa), así que siéntete libre de enviarme un mensaje privado.


Links para descargar el juego

Game Download Link  

Game Download Link Korea

Game Download Link Tw/Hk

- Infinity Kingdom / 無盡城戰

Translate