GTarcade App
More benefits, more surprises
🌸 Muy buenas tardes, ¡Bienvenidos a otro capítulo de mi historia: “La Última Sanadora”!
Les habla Persephone y hoy estoy con ustedes para compartir el treceavo capítulo de mi historia, que se concentra en Teodora, sus aventuras y cómo irá creciendo hasta convertirse en la mejor curandera de los últimos años.
🌸 Resumen del anterior capítulo: “La Flor Dorada”
Un golpe en la puerta interrumpe una conversación tensa entre Atenea, Manco y Teodora en el camerino del barco. Los guardias de la reina les informan que deben reunirse con el apotecario del rey al día siguiente, advirtiéndoles que no intenten escapar.
Mientras el grupo se acomoda para pasar la noche, Teodora examina un libro dorado que había encontrado. Descubre que el libro contiene información sobre una reliquia llamada la "Flor Dorada", que puede curar cualquier enfermedad. El texto menciona que solo los "solares" pueden encontrarla, y Teodora recuerda que Atenea la había identificado como descendiente de esta estirpe. Esto le plantea dudas sobre si su misión está relacionada con la búsqueda de la flor o si es simplemente una coincidencia.
Determina que la Flor Dorada podría ser clave para resolver sus problemas, pero su localización es un misterio. A la mañana siguiente, informa a sus compañeros sobre el hallazgo. Manco sugiere que deben encontrar la flor antes que otros y mantener en secreto su conocimiento. Atenea está de acuerdo en que deben prepararse para la reunión con el apotecario y estar listos para cualquier nueva pista sobre la flor o los solares. Con una nueva misión y el tiempo en su contra, el grupo se prepara para el desafío que les espera.
🌸 Capítulo 13: “El Tomo Dorado en acción: Magia de protección”
Al llegar al castillo, el aire frío y húmedo del amanecer envolvía al grupo. Atenea y Teodora dejaron a Manco junto a Lucasta en el barco, asegurándose de que todo estuviera listo antes de la reunión. Con la presión de su reciente descubrimiento en la mente, Teodora se dirigió al vestíbulo principal del castillo, donde la reunión con el apotecario estaba programada.
Los pasillos del castillo eran majestuosos, decorados con tapices antiguos y estatuas de piedra que evocaban siglos de historia. El apotecario, un hombre de edad avanzada con una mirada penetrante y una presencia imponente, los esperaba en su oficina, llena de frascos y pociones de colores variados. A su lado, un par de guardias observaban atentamente, listos para actuar ante cualquier señal.
"Buenos días", saludó el apotecario con una voz que resonaba en el aire frío del castillo. "He recibido instrucciones para hablar con ustedes sobre la reciente adquisición… o mejor dicho, el hurto del tomo del reino".
Teodora, Atenea y Manco avanzaron hacia él. Teodora notó la chispa de desconfianza en los ojos del apotecario. Antes de que pudieran intercambiar más palabras, el apotecario hizo un gesto a sus guardias, quienes se movieron rápidamente para rodear a Atenea.
"¡¿Qué significa esto?!", exclamó Atenea, su voz llena de indignación, mientras trataba de resistir. "No tengo nada que ver con lo que me acusan…"
"Claramente, alguien es responsable de llevarse el tomo del reino", dijo el apotecario con firmeza, señalando hacia Atenea. "Llévenla a interrogación ahora mismo".
Teodora, observando la situación, hizo un gesto sutil con la mano, indicándole a Atenea que mantuviera la calma y se dejara llevar. Atenea, aunque contrariada, entendió el mensaje y se quedó en silencio mientras los guardias la conducían fuera de la habitación.
El apotecario volvió su mirada hacia Teodora, con una intensidad que hacía difícil mantener la compostura. "Teodora, parece que hay algo más en ti de lo que aparentas. He oído rumores sobre ciertos poderes y habilidades que no se pueden ignorar. ¿Tienes algo que compartir con nosotros sobre el libro dorado que has estado estudiando durante la noche?”.
Teodora sintió un estremecimiento. Sabía que el apotecario poseía un poder considerable y debía manejar la situación con sumo cuidado. "El libro dorado," comenzó, eligiendo sus palabras con cautela, "es simplemente una antigua colección de leyendas y teorías".
El apotecario la observó con atención, sus ojos evaluando cada palabra. "Esa es una respuesta interesante, pero percibo que hay algo más. Las personas como tú, que tienen un vínculo con lo arcano, suelen tener secretos que no están dispuestos a compartir. ¿Has logrado descifrar alguna parte del libro que no nos has mostrado?”
Teodora mantuvo la calma, aunque su inquietud crecía. "Lo que he leído es principalmente de interés histórico. No hay nada en el libro que no sea conocido por los estudiosos de la magia antigua. Además, mi conocimiento sobre el libro es bastante limitado”.
El apotecario frunció el ceño. "¿De veras crees que puedes ocultar la verdad? He sentido una presencia especial en ti. Si estás encubriendo algo, mejor prepárate para una interrogación más profunda. Quizá, si cooperas, podríamos considerar la liberación de tu amiga, y del joven con el dragón que encontramos en el barco.”
Teodora entendió que Manco y Lucasta también estaban en peligro y debía actuar con astucia. "Lo que busco es simplemente resolver los problemas actuales. No hay nada oculto en mis intenciones", dijo, notando que la respuesta del apotecario no era del todo convincente. "Lo último que pude leer fue sobre la Flor Dorada. Si es que tal cosa existe, es solo una leyenda. No tengo información adicional sobre ella.”
El apotecario la miró fijamente, con una expresión que mezclaba escepticismo y curiosidad. "Podría considerar tu testimonio, pero necesito estar seguro de que no estás ocultando nada importante. Las leyendas pueden tener más peso de lo que aparentan. ¿Qué otro conocimiento o habilidades has obtenido del libro?"
Teodora pensó rápido. "No he obtenido habilidades especiales, pero he aprendido sobre antiguos rituales y prácticas que podrían ser útiles en medicina y magia curativa. Mi interés en el libro se centra en su valor histórico y en cómo puede ayudar a entender mejor el pasado”.
El apotecario asintió lentamente, aunque su mirada seguía siendo penetrante. "Está bien, Teodora. Aparentemente, estás comprometida con tu causa. Pero ten cuidado: la verdad siempre encuentra la manera de salir a la luz”.
Con eso, el apotecario se levantó y se dirigió hacia la puerta, señalando a sus guardias para que permanecieran atentos. Teodora se quedó sola en la habitación, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros. Sabía que había eludido la interrogación por ahora, pero el peligro de que el apotecario descubriera la verdad sobre la Flor Dorada seguía presente.
Mientras el apotecario se acercaba para salir, su mirada se posó en el bolso de Teodora, que contenía el libro dorado. Sintiéndose inquieto, el apotecario extendió sus manos hacia el bolso, buscando detectar algún poder oculto.
Teodora sintió el toque cercano de sus manos y su corazón palpitó con fuerza. Instintivamente, sus dedos rozaron el bolso. De repente, una luz dorada comenzó a emanar del interior, creciendo en intensidad.
El apotecario retrocedió, sorprendido, mientras un resplandor cegador rodeaba a Teodora, formando un escudo de luz que emanaba del libro dorado. La barrera de luz era tan brillante y sólida que impedía cualquier intento de acercarse. Los guardias, asombrados, se quedaron paralizados, sin saber cómo reaccionar.
"¿Qué es esto?", exclamó el apotecario, su voz llena de asombro y temor, mientras intentaba alcanzar a Teodora sin éxito. La luz continuó intensificándose, envolviendo a Teodora en una burbuja de protección mágica.
Teodora, aunque asustada, sintió un alivio momentáneo. Sabía que el libro tenía un poder especial, pero no esperaba que respondiera de esta manera. Con la barrera de luz actuando como un escudo, Teodora aprovechó la oportunidad para hacer una última oferta. "Te doy una única opción: déjame ir a mí y a mis compañeros ahora mismo, o enfrentarás consecuencias que ni tú ni tu reino pueden prever".
El apotecario y sus guardias retrocedieron, mirando la luz con incredulidad. La situación había tomado un giro inesperado, y el destino de Teodora ahora estaba sellado en la brillante protección de la Flor Dorada, que había demostrado ser una defensa poderosa y enigmática.
Mientras el resplandor envolvía la sala, Teodora se preparó para enfrentar lo que viniera a continuación, sabiendo que el descubrimiento de la Flor Dorada estaba a punto de llevarlos a una nueva fase en su peligrosa búsqueda.
¡Hasta aquí llegamos con éste capítulo de esta Historia de Aventuras!
Espero que les haya entretenido y esperen con ansias el próximo capítulo la semana que viene.
Muchas gracias por su tiempo y apoyo,
Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.
🌸Persephone
Plataforma de comunicación
Unirse al Discord de Infinity Kingdom para solución de problemas y dudas, recuerden buscar el canal de español.
En caso de no encontrarla no duden en preguntar en el chat general.
Pueden buscarme como 🌸Persephone, poseo rol de Press Officer (Oficial de Prensa) y pueden mandarme privado.
Links para descargar el juego
- Infinity Kingdom / 無盡城戰