"El libro de Luz" Cap.10 [La Última Sanadora] - Infinity Kingdom

🌸 Muy buenas tardes, ¡Bienvenidos a otro capítulo de mi historia: “La Última Sanadora”!

Les habla Persephone y hoy estoy con ustedes para compartir el décimo capítulo de mi historia, que se concentra en Teodora, sus aventuras y cómo irá creciendo hasta convertirse en la mejor curandera de los últimos años.

🌸 Resumen del anterior capítulo: “Desafíos y secretos en Nyx”

El barco llega al puerto de Nyx finalmente. Teodora y Manco le piden a Atenea que cuide de Lucasta mientras ellos buscan información en la biblioteca sobre los solares. Ella acepta y se prepara para enfrentar un desafío: sus tres almirantes destacados desean un duelo para decidir quién tomará el mando del barco en su ausencia.

Atenea enfrenta a los almirantes uno por uno: el primero es un espadachín hábil, el segundo un mago poderoso, y el tercero un luchador fuerte. Aunque Atenea demuestra gran destreza y habilidad, no logra vencerlos; pero tampoco es vencida por ninguno de ellos. Es por eso que ella les pregunta a quién decidirían de capitán si tuvieran que elegir ellos.

Al final, los almirantes eligen al segundo almirante, el mago, como el nuevo capitán. Atenea acepta la decisión y se prepara para reunirse con Teodora y Manco.

Mientras tanto, Teodora y Manco llegan a la biblioteca de Nyx, donde solicitan información sobre los solares. La bibliotecaria los dirige a una sala especial, que resulta estar sellada con ellos dentro. La sala es oscura y polvorienta, y no tiene salida visible. Teodora y Manco comienzan a buscar una forma de escapar y a investigar los libros en busca de información y posibles recursos para su escape.

Atenea, aún ajena a la situación de Teodora y Manco, continúa con sus preparativos para reunirse con ellos. La tensión y el misterio aumentan mientras la biblioteca guarda sus secretos más oscuros.

🌸 Capítulo 10: “El libro de Luz”

Teodora y Manco se movían con rapidez entre los estantes, iluminados solo por la lámpara tenue. La atmósfera opresiva de la sala sellada parecía intensificarse con cada momento que pasaba, añadiendo una sensación de urgencia a su búsqueda.

"Manco, mira esto", dijo Teodora, sosteniendo un libro antiguo que parecía un poco fuera de lugar en una estantería polvorienta. El libro tenía una portada dorada que reflejaba débilmente la luz de la lámpara. Al examinarlo más de cerca, notaron que estaba envuelto en un polvo grueso, como si no se hubiera tocado en siglos.

"Podría ser importante", comentó Manco, acercándose para ayudarla a examinar el libro. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Teodora levantó el libro y, al hacerlo, un mecanismo oculto en la pared se activó con un sonido sordo.

Un panel en la pared opuesta se deslizó hacia un lado, revelando un pasadizo estrecho que se perdía en la oscuridad. "¡Manco, mira! ¡Una salida!” exclamó Teodora con una mezcla de alivio y sorpresa. Sin dudarlo, ambos se adentraron en el pasadizo.

El túnel era estrecho y serpenteante, y la humedad y el polvo se acumulaban en el aire a medida que avanzaban. Después de unos minutos de caminar con pasos apresurados, llegaron a una nueva sala. Esta biblioteca era mucho más pequeña, pero albergaba un aire de misterio aún más profundo. Los libros estaban encuadernados en cuero dorado, brillando con una luz cálida que contrastaba con la frialdad de la anterior sala.

En el centro de la sala había un pedestal con un solo libro sobre él, encadenado con un candado de hierro antiguo. El libro, aunque rodeado de tomos dorados, destacaba por su aura especial. Teodora sintió una atracción inexplicable hacia él.

"Este libro… siento que me llama", dijo Teodora, acercándose con determinación. Manco, aunque preocupado, se quedó a su lado, observando con atención.

Teodora extendió la mano hacia la tapa del libro y, en cuanto sus dedos tocaron el cuero dorado, una luz intensa comenzó a emanar de él. Sus ojos se volvieron completamente blancos y una energía brillante la rodeó, creando un halo de luz que iluminaba toda la habitación. Teodora estaba inmersa en un trance profundo, aparentemente conectada con alguna fuerza poderosa o conocimiento ancestral.

"¡Teodora!" Manco exclamó, alarmado por la transformación repentina. Sabía que debía hacer algo para protegerla, así que se preparó para cualquier posible amenaza.

De repente, escuchó pasos acercándose, acompañados por el resonar de armaduras. El sonido provenía del pasadizo y Manco sabía que debía actuar rápidamente. Sacó su espada y se posicionó cerca de la entrada, listo para enfrentar cualquier peligro que surgiera.

Pronto, cuatro guardias de la biblioteca, con armaduras relucientes y espadas en mano, aparecieron en la entrada del pasadizo. Sus rostros estaban enmascarados por viseras metálicas, y sus movimientos eran firmes y decididos. Al ver a Manco preparándose para la defensa, los guardias avanzaron hacia él con determinación.

"No permitiré que se acerquen a ella", dijo Manco con firmeza, mientras se colocaba en una postura defensiva. 

Los guardias se detuvieron brevemente, evaluando la situación. Luego, con una sincronización precisa, dos de ellos avanzaron para enfrentar a Manco mientras los otros dos se dirigieron hacia el pedestal, aparentemente con la intención de liberar el libro.

Manco se enfrentó a los guardias con habilidad y valentía. Sus movimientos eran rápidos y precisos y bloqueaba con destreza los ataques de los guardias. Sabía que no podía permitir que se acercaran a Teodora, así que luchó con toda su fuerza, esforzándose por mantener a los guardias alejados del pedestal.

Los dos guardias que intentaban alcanzar el libro parecían estar enfrentando obstáculos invisibles, ya que el halo de luz alrededor de Teodora parecía afectarles. Mientras Manco los mantenía a raya, el resplandor de Teodora se intensificaba, y la energía en la sala parecía volverse cada vez más vibrante.

Con el tiempo, Manco comenzó a notar que los guardias se volvían menos coordinados. La luz que emanaba de Teodora parecía estar afectando su concentración y resistencia. Aprovechando esta oportunidad, Manco redobló sus esfuerzos, desarmando a uno de los guardias y manteniendo al otro en un punto muerto.

Finalmente, tras una batalla agotadora, los guardias comenzaron a retroceder, aparentemente incapaces de superar la barrera de luz que se había formado alrededor de Teodora. Manco, exhausto pero determinado, continuó defendiendo la posición.

La luz que rodeaba a Teodora alcanzó su punto culminante, y un brillo cegador llenó la sala. Con un último esfuerzo, Manco se enfrentó a los últimos guardias que aún quedaban, logrando desarmarlos y mantenerlos alejados.

La intensidad de la luz empezó a disminuir lentamente, y Teodora comenzó a salir del trance, sus ojos recuperando su color natural. Manco, aún en guardia, se acercó a ella con preocupación.

"¿Teodora, estás bien?" preguntó, mientras la luz se desvanecía y la sala volvía a su estado original.

Teodora asintió, claramente agotada pero consciente. "Sí, creo que… he encontrado algo importante. Pero necesitamos salir de aquí.

Manco asintió, aliviado de verla despierta y consciente. Juntos, se prepararon para salir de la sala, dejando atrás el pedestal y el libro dorado, mientras los guardias recuperaban lentamente sus fuerzas y observaban desde una distancia segura. La misión no había terminado, pero el primer paso crucial había sido dado.

¡Hasta aquí llegamos con éste capítulo de esta Historia de Aventuras!

Espero que les haya entretenido y esperen con ansias el próximo capítulo la semana que viene.

Muchas gracias por su tiempo y apoyo,

Los estaré viendo cada semana con un capítulo nuevo.

🌸Persephone.

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